Originalmente situada fuera de la ciudad fortificada, la cuenca colectora de los desagües de varios arroyos y aguas termales estaba rodeada por una presa. Con la construcción de la Wilhelmstrasse, que comenzó a principios de la época ducal de Nassau como límite entre la ciudad y el barrio balneario, ganó en importancia y se convirtió en la entrada a las instalaciones termales de la cosmopolita ciudad balneario.

A partir de 1859, el director de jardines de la corte ducal, Carl Friedrich Thelemann, rediseñó el Warmer Damm para convertirlo en un parque urbano. Un gran estanque era la pieza central del parque rectangular, al que se accede por una sinuosa red de caminos. Ya en 1879 se había instalado en el parque una fuente de agua potable, la "Wilhelmsbrunnen", para subrayar la importancia del Warmen Damm como parque balneario. Sin embargo, la fuente daría paso a un monumento a Guillermo I sólo 15 años después. La zona verde con el estanque ha permanecido inalterada hasta nuestros días.