La historia de la faisanería
La Fasanerie tiene una larga historia: antaño coto de caza de los duques, luego residencia de verano y más tarde parque público. Hoy es un lugar único donde se unen naturaleza e historia.
La historia de la Fasanerie: de parque ducal a paraíso natural y animal
La historia de la faisanería comienza en 1749, cuando se estableció como coto de caza con cría de faisanes. La cría de faisanes se interrumpió ya en 1775, pero el parque se conservó como joya paisajística. En el siglo XIX se produjo un rediseño fundamental: el faisanar pasó de un estilo de parque barroco a un parque paisajístico inglés con caminos curvos, suaves bordes arbolados, estanques y ejes visuales. Estos principios de diseño siguen caracterizando el recinto en la actualidad.
Ya en esta época se emprendieron los primeros experimentos de cultivo con especies arbóreas foráneas como secuoyas, abetos Douglas y pinos de Weymouth, una tradición que continuó en el siglo XX con la creación de un sendero natural de árboles. En 1935, la Asociación para la Conservación de la Naturaleza de Nassau creó el arboreto, que se conserva en la actualidad y se completó con nuevos árboles y señalización en 2007.
Un hito importante fue la apertura del zoo en 1956, cuando la faisanería se convirtió oficialmente en un parque de animales y plantas. Bajo la dirección del guarda forestal Walter Schmidt y su adjunto Erich Koridaß, entre 1959 y 1966 se crearon los primeros recintos para animales. Este desarrollo convirtió al parque en un importante centro educativo y recreativo para la región.
A partir de 1995, la directora del parque, Ute Kilian, y su adjunto, el cuidador de animales Klaus Schüßler, impulsaron nuevos proyectos. En 2003, empezaron a trabajar con la renombrada planificadora de zoológicos Monika Fiby, que siguió desarrollando la faisanería con conceptos modernos. Con los conceptos de desarrollo de 2005 y 2017, el parque se adaptó a los nuevos requisitos. La atención se centró tanto en el bienestar de los animales como en su integración en el paisaje histórico del parque.
Hoy en día, los recintos están diseñados de tal manera que los visitantes pueden experimentar los animales lo más cerca posible de la naturaleza. Varios miradores, como el túnel del zorro-tejón, aumentan las posibilidades de realizar observaciones interesantes. Los conejos y cobayas pueden verse a través de mirillas o de cerca desde una caja. En 2010, los gatos monteses recibieron un nuevo recinto tranquilo en un camino lateral.
Un sendero circular de 1.500 metros de longitud atraviesa la faisanería y se ha optimizado desde 2005 para que también sea apto para cochecitos de niños, con una pendiente máxima del 10%. Otras conexiones permiten atajos y sirven como caminos de servicio. Los visitantes pueden encontrar paz y tranquilidad en los refugios situados a lo largo de los senderos mientras observan a los animales, siempre con el bosque como "paisaje protector" de fondo.
Hoy en día, la faisanería de Wiesbaden no es sólo un lugar para relajarse, sino también una experiencia de naturaleza viva que transmite conocimientos sobre animales, plantas y paisajismo de una forma única.
Los visitantes no son meros espectadores: son huéspedes en el hábitat de los animales.