El periodo comprendido entre 1880 y 1932 fue iluminado, con muchos impulsos que fluyeron desde los centros de habla alemana del Art Nouveau de Viena, Berlín, Weimar y Darmstadt hacia el desarrollo urbano, la arquitectura, la sanación y el baño, así como hacia la vida empresarial y la cultura cotidiana.
Art Nouveau y reforma del estilo de vida: estos lemas simbolizan el anhelo de más naturaleza en la cultura, de una vida más sana y más placer para el cuerpo.

En Wiesbaden se abren nuevas instalaciones recreativas y deportivas, un baño de luz y aire cerca del centro de la ciudad y un restaurante vegetariano. En la nueva estación central de ferrocarril y en la nueva Kurhaus se "cuelan" detalles Art Nouveau -desafiando el gusto historicista del Kaiser Guillermo II- y se construyen fuentes de agua potable en este estilo. La ciudad corona su apogeo con una orgullosa autopresentación, la "Exposición de Artesanía, Arte y Horticultura" de 1909. La "Exposición Mundial en Miniatura" atrae a más de un millón de visitantes.

Artefactos históricos y piezas de las colecciones de la Fundación del Museo de la Ciudad de Wiesbaden y de numerosos prestamistas institucionales y privados "guiaron" a los visitantes a través de la exposición y revelaron hasta qué punto el espíritu optimista de aquella época sigue conformando nuestras vidas hoy en día.

Estaciones prácticas, como un generador de patrones o un estereoscopio, invitaban a los visitantes a ser creativos, dar rienda suelta a su imaginación o sumergirse en la Wiesbaden de principios del siglo XX. ¿Hace mucho tiempo? No tanto. Muchas cosas siguen caracterizando a la ciudad hoy en día. La época revivió ante los ojos y oídos de los visitantes cuando los contemporáneos de entonces hablaron de "su" vida cotidiana.