Situada en pleno centro de Wiesbaden, la Mauritiusplatz merece especial atención.

Su historia se remonta a la época romana: el emperador Claudio fundó allí la primera fortificación romana en el año 41 d. C. En los siglos VIII y IX se erigió en la plaza un edificio carolingio, al que siguió en el siglo X una basílica románica de tres naves. La iglesia de Mauricio se menciona por primera vez en el siglo XIII, lo que la convierte en la más antigua de Wiesbaden. Su nombre se remonta a San Mauricio, que difundió el cristianismo en la región en el siglo III. Hacia 1488, la antigua iglesia fue sustituida por una nueva con una torre de tres pisos, que el príncipe August Samuel hizo renovar y ampliar de nuevo a raíz de la Guerra de los Treinta Años. El edificio de la iglesia tuvo que ser reparado en repetidas ocasiones hasta que fue víctima de un incendio en 1850. Sólo se salvó el sarcófago de la duquesa Isabel.

Hoy, una placa conmemora la antigua iglesia de Mauricio.