Beca Christa Moering 2018
La beca Christa Moering, concedida por octava vez por la capital del estado federado de Wiesbaden, recayó en 2018 en la pintora Margareta Tovar.
En memoria de la pintora y ciudadana honoraria de Wiesbaden Christa Moering (1916 a 2013), la capital del estado federado de Wiesbaden concede una beca bienal de apoyo a los artistas. Los artistas cuyo lugar de residencia, trabajo o nacimiento sea Wiesbaden pudieron solicitar la beca, que se anunció públicamente. Se recibieron un total de 27 solicitudes de todas las áreas de las artes visuales, 25 de las cuales cumplían los requisitos. El jurado de seis miembros, presidido por el Jefe de Asuntos Culturales, Axel Imholz, decidió por unanimidad a favor de la pintora Margareta Tovar tras un profundo debate. La beca está dotada con 10.000 euros y está vinculada a una presentación en la Kunsthaus al año siguiente.
El jurado estaba compuesto por Nedret Altintop-Nelson, miembro de la Comisión de Escuelas y Cultura, Jörg-Uwe Funk, jefe en funciones de la Oficina de Cultura, la Dra. Simone Husemann, de Educación Católica de Adultos, el jefe de Asuntos Culturales Axel Imholz, Beatrix Klein, del Museo de la Mujer, y la Dra. Isolde Schmidt, responsable de Bellas Artes.
Margareta Tovar nació en 1949 en Georgsmarienhütte (Baja Sajonia), es artista gráfica de formación y estudió como alumna invitada en la Universidad de Osnabrück. Vive y trabaja en Wiesbaden. Lleva presentando su obra en exposiciones individuales y colectivas desde la década de 1990, la última en la Bellevue-Saal a principios de este año. Se ha ganado la reputación de artista constante y de gran independencia artística.
La beca se concedió por primera vez en 2009. Al principio estaba dirigida exclusivamente a mujeres artistas y se concedía anualmente en diversos ámbitos culturales. Desde 2013, los artistas visuales pueden presentar su candidatura cada dos años.
Sobre el artista
"Se puede sentir cómo Tovar quiere llevar la línea a algo nuevo, elevarla al siguiente nivel. El resultado no es un coloso de color o líneas, sino una estructura francamente delicada y sensible compuesta de vacíos y condensaciones, de expansiones, pausas y movimiento perpetuo. Las líneas se desplazan por el lienzo, a veces fugaces, a veces sumergidas, para volver a emerger con renovado vigor. Así es como la artista pone en movimiento sus cuadros, es un flujo rítmico y orgánico que caracteriza los cuadros y les confiere una atmósfera única y viva que irradia por toda la sala" (de: Dr. Peter Forster, discurso inaugural 18 de enero de 2018, Kunstverein Bellevue-Saal, Wiesbaden).