Estimados huéspedes de la ciudad de Wiesbaden,

Mi lugar favorito de Wiesbaden está sobre el agua, más concretamente sobre el Rin, pues se trata del Schiersteiner Hafen. El puerto de Schierstein se considera un oasis recreativo y, por tanto, es de gran importancia para Wiesbaden y sus alrededores. Las cigüeñas que viven allí probablemente también lo han reconocido y tienen muchos lugares de nidificación alrededor del puerto y en Schierstein. Probablemente, el lugar de nidificación más conocido se encuentra en una chimenea en desuso de la calle Küferstraße. Desde aquí, las cigüeñas pueden contemplar todo el puerto.

La cuenca del puerto está rodeada de llanuras aluviales y praderas, lo que la convierte en un lugar ideal para pasear. Los senderos que rodean el puerto y bordean las orillas del Rin también son ideales para correr. El paseo del puerto está bordeado de plátanos, como también se puede encontrar en la Wilhelmstraße, y también se conoce cariñosamente como la Riviera de Schierstein debido a su aire mediterráneo y a los numerosos yates y barcos de excursión.

El puente Dyckerhoff, inaugurado en 1967, no sólo ofrece a los paseantes la posibilidad de recorrer el puerto, sino también de disfrutar de una magnífica vista sobre el Rin. Por un lado, se tiene una vista de pájaro del puerto con todos sus yates y barcos, y si se mira hacia el otro lado, se puede ver el Rin en dirección a Eltville.

Durante el Festival del Puerto de Schierstein, que se celebra todos los años en julio en torno al puerto y el paseo marítimo, éste se transforma en un "callejón gastronómico" de 500 metros de largo. Un variado programa de música y actividades deportivas, como la espectacular regata de barcos dragón, así como diversos puestos de venta, completan el festival y atraen cada año al tranquilo Schierstein no sólo a muchos habitantes de Wiesbaden, sino también a visitantes de la región del Rin-Meno. El broche de oro de los cuatro días de fiesta lo pone el tradicional castillo de fuegos artificiales, que ilumina de forma impresionante el cielo nocturno y el puerto.

El cine al aire libre del Schiff (Festival de Cine de Schierstein) ofrece una experiencia especial. En agosto, las películas más destacadas del momento se proyectan en una gran pantalla al aire libre. Allí mismo se puede comprar comida y bebida para disfrutar de una acogedora velada cinematográfica.

En el puerto de Schierstein, el transbordador de pasajeros Tamara, que durante los meses de verano realiza el trayecto entre el puerto de Schierstein, el Rettbergsaue y el castillo de Biebrich, es casi permanente. Durante un viaje de ida y vuelta, se ve recompensado con una maravillosa vista panorámica.

Durante su estancia en el puerto, es imprescindible visitar el puesto de degustación de vinos de Schierstein, en la plaza Hans-Römer-Platz. Cuatro viticultores sirven sus vinos de los viñedos de Schierstein a intervalos regulares en días seleccionados. Hasta mediados de octubre, se puede disfrutar de la fantástica vista del puerto y el arco del puente con una copa de vino.

Cuando me entran ganas de viajar, me atrae el agua. El puerto de Schierstein, con sus numerosos veleros y yates, y el paseo marítimo me transmiten esa sensación de vacaciones. Con mi cámara, que siempre es una fiel compañera, intento descubrir el puerto en todas sus facetas.