Ludwig Hohlwein nació en Wiesbaden el 27 de julio de 1874. Se le considera uno de los grandes inventores del cartel publicitario artístico en Alemania. Con sus ideas siempre nuevas, se convirtió en un modernizador del recién descubierto "arte de la publicidad". Hohlwein creó numerosos iconos de estilo y marcas para empresas de renombre, con los que revolucionó la gráfica publicitaria y el diseño de envases y que aún hoy le hacen internacionalmente famoso. Estudió en Múnich, donde se instaló tras licenciarse. Durante toda su vida permaneció vinculado a su ciudad natal, Wiesbaden, a través de encargos.

Establecido, honrado, aburguesado y políticamente adaptado en la vejez, se convirtió en compañero de los grandes nazis. Incluso antes de que los nazis tomaran el poder, el diseñador estaba comprometido con la ideología nazi y proporcionó al régimen impresionantes y poderosos diseños visuales. En la década de 1930, el ingenioso artista se convirtió en diseñador de creaciones pictóricas a veces fatales. Su antiguo poder innovador se desintegró visiblemente. Sus motivos y medios pictóricos se hicieron cada vez más personalizados. El valiente artista se había convertido en un calculador hombre de negocios y en un oportunista político.

Por primera vez, el Stadtmuseum de Wiesbaden arrojó luz sobre el desarrollo y la importancia del diseño de envases de Ludwig Hohlwein, con el que escribió la historia de las marcas y la publicidad.

Con numerosas piezas procedentes de la colección privada de Hans-Georg Böcher (Bad Schwalbach) y de la colección de la Fundación del Museo de la Ciudad de Wiesbaden, la exposición conmemoró a un hombre que probablemente haya seguido siendo hasta hoy uno de los hijos más destacados de esta ciudad, una personalidad artística del siglo XX que aunó muchas contradicciones, pero que en cualquier caso puede considerarse un importante pionero del marketing moderno.

Se ha editado un folleto para acompañar la exposición.