La transición de la escuela al trabajo es un paso importante en la vida de los jóvenes e influye tanto en su integración profesional como social.

Tras finalizar el primer ciclo de secundaria, los jóvenes tienen varias opciones: pueden iniciar un aprendizaje en una empresa, en una escuela o fuera de ella, u obtener un título de acceso a la enseñanza superior. Otra opción es el "sistema de transición profesional", en el que los jóvenes aprovechan oportunidades de formación que no llegan a ser una formación profesional cualificada o que no conducen a una cualificación profesional reconocida. En cambio, su objetivo es mejorar las cualificaciones previas de los jóvenes y su preparación para la formación. En algunos casos, las cualificaciones escolares generales pueden compensarse o "completarse" con una cualificación escolar intermedia.

Después de obtener un título de acceso a la enseñanza superior, los jóvenes adultos son libres de iniciar una formación profesional o estudiar en una universidad. Desde los años 50, la llamada expansión educativa en Alemania ha llevado a una continua mejora de las cualificaciones de la población. Hoy en día, los jóvenes permanecen cada vez más tiempo en el sistema educativo y alcanzan un nivel de cualificación correspondientemente alto.